jueves, 14 de marzo de 2013

Recuerdos que Perfuman un Alma Destilada

   ¡Si! lo bueno que dio la evolución fue el reparto de pensamientos... Llegados a este punto las reflexiones no conjugan por falta comunicativa sino por falta de agilidad para hacer la simbiosis de dichas ideas, la lectura ayuda mucho con este problema así que me remito a los hechos; me encanta leer novela, ensayo, poesía, narrativa, mi próximo libro aún lo estoy buscando y lo devorare!!! no como la tercera parte de "50th Sombras Grey" que me saluda desde la mesilla (holaaa!)
   Y vuelvo la vista de reojo a ver si sigue ahí cada noche y cada noche perpetuo en el mismo rincón, su única función últimamente es sujetar el móvil cuando llego del trabajo, entre tanto mirándolo fijamente se me ocurre una gran frase:

 "Cromatismos de una Identidad"

   Cuanto tiempo nos hemos dedicado a seguir caminando sin pisar en el mismo lugar, saltando, corriendo e incluso a gatas, no fue hace mucho cuando cantaba "Aint mountain high enough" cuando iba al instituto con Irene a su forma era extrovertida, alegre y con sueños, no había clase que cruzásemos miradas cantando en bajito esa canción, secretos adolescentes con mucho futuro incluso destinos que perseguir a zancadas; cuanta gente pasa por mi memoria, historias de miedo en tercera persona una primavera donde mi primer amor me hacia rabiar, mis primeras amigas declaraban también ideales de personas adultas.
    No hay mañana que pase por esa cabina de teléfono cantando "Te Regalo - Carlos Baute" como le cantaba a Cristian entre sus clases de biología e ingles, minimizaba las decepciones cuando el mundo empezó a ahogarme, no sabia como afrontar esas primeras realidades de mi edad. Declaraciones inconfesables de amor cuando un verano sonaba Melendi "Con solo una sonrisa" ordenando boletas. Los sábados bailaba "Satellites - September" que acompaño mensajes y llamadas de mi Nokia 6111 rosa palo.
   Palmoteando "El Arrebato" perdí entre la lluvia un pendiente que adoraba caminando para terminar el día y empezar la noche "Tengo - Queco" seguíamos tarareando ocho chicas por las calles en septiembre, saltando entre botellines apilados en la puerta negra del mesón.
   Canciones de Mago de Oz, nos creíamos lo más y eramos incluso mejores, seguíamos bebiendo y fumando escuchando a Estopa y si no fuera "por la raja de tu falda" no hubiéramos ligado tanto jejeje teenagers sin haber salido más allá del muro inocente de nuestros chupitos de tequila un domingo, billares, futbolines, a taconazos y shorts mediamos nuestras edades por el combinado, Ponche con chocolate, Malibu con piña, Ballantines con sprite, Martinis...
  

   Pero todo queda atrás, se cuartea fácilmente como las traiciones de una amistad. Estas vienen y van por conveniencia, por roce o afinidad pocas duran toda la vida incluso toda la vida se recuerda a quien quisiste, diarios de clase rondaban las aulas entre pasillos, escaleras, letras y más letras, dibujos y más dibujos, hamburguesas con ojos, intentos de corazones, poemas, dudas, miedos, ilusiones, primeros besos y primeros desamores nosotras contrarrestábamos eso robando borradores a ultimas horas del medio día, sacudiendo verdades con seudónimos inventados,
¡¡te acuerdas Mary!!


   Casi todo el mundo añora esa etapa adolescente que siempre recuerda afectuosa aunque fuese mala, aunque no fuese tan buena pero sin duda después llevamos incluido el Spotify completo, porque a cada día le ponemos una canción, cada día es un reto, una inercia llena de muchas decisiones equivocadas o no tan acertadas, y siguen pasando gente por tu vida, unas que se van, unas que se quedan, algunas dejan huella otras te dejan el corazón tocado porque te calaron hondo, ahora sales y sin duda pides la bebida que marca una etapa ya sea J&B, Gin Tonic o Matusalen y cuando intentas contar los cúbitos de hielo recapitulando si tienes ibuprofeno en casa, suena esa canción, aquella que dedicaste horas para aprenderte la letra, suena tal cual su versión original hace más de una década y tu cuerpo se inunda de energía y vitalidad.

Ahora tus domingos son de Moka Venti by Starbucks

miércoles, 6 de marzo de 2013

Ritmos Mentales para una B.S.O

    Sigo escuchando a Tchaikovskysigo llevando el ritmo de las notas simples en mi cabeza, como si marcara un compás binario con los ojos cerrados, como si solo oyera la parte instrumental de cuerda  que me estremece, es agradable, simple y agradable, el poder tener solo en la mente esas canciones inspiradas en arte, amor hecha música,  me relaja, me calma y me abstrae de lo que mis pensamientos concluyen incesantemente casi sin remedio.
   Doblo una a una las toallas y doy gracias por tener a mi lado esa melodía  que sigue apacigüando en mi el frenesí y la ira, pongo hasta el sexto sentido espectante del solo de violines, momentos de "crescendo", es totalmente placentero poder acurrucarme en el silencio mirando por la ventana la luna llena y sosegada seguir escuchando, solo quería eso, solo eso  y nada mas.
  

   Que tan difícil es encontrar un momento en el que mi entusiasta cabeza no este maquinando algo, una compra, un plan, un libro, una película y enlaza y enlaza y enlaza un tema sin sentido con otro con otro con otro así sucesivamente durante casi una eternidad, incluso dormida, incluso cuando esta perdida, sueña y sueña y sueña el solo echo de poder tener paz ahí arriba es algo glorioso para el resto de mis neuronas, es curioso como en fracciones de décimas analiza, desglosa, ordena y remedia todo tipo de conflictos, cada fichero que creí amontonado permanece colocado por orden alfabético sin querer, totalmente pensaría que es un azar poder recordar algo tan exhaustivamente pero no, sin conocimiento de ello lo hace, chasqueo los dedos y marco un tic tac para que de vez en cuando respire, respira amiga, respira, de ahí mis largos suspiros durante el día, son pausas mentales...raro pero cierto. Sin casi darme cuenta me acostumbre a tener momentos de pausas más prolongados, más largos, más continuos y aún cuando avanzaba desde las sombras trepaba sin saber pero siempre muy bien orientada. 
   Acontecían los meses y cada cuarto creciente sentía esa serenidad, la única que un vals me podía aportar, la única que mi mirada al cielo contando estrellas para dormir me parecía buen remedio y ocurría a cada instante, me aferre a ellos con fuerza, con intensidad, ya ninguna brújula precisa podía saber donde estaba, me dedique a la perpetua locura, al desorden, al caos, vivía  feliz y despreocupada que no miré siquiera si faltaba alguna luciérnaga en el infinito.
   
   Como en todo epicentro de tornado existen unos segundos de calma que preceden la tempestad parece que no hay abismos,  ni presente ni pasado, sigo queriendo quedarme ahí  donde no hay futuros donde ni el propio hoy es un algo tangible, y donde observo mis manos que extrañadas intentan mover las nubes.  Te volviste como yo,de exquisito paladar, de oído muy fino, de apreciar cada segundo, por que no sabes si habrá una hora más.

PD:" Music´s Brain"