jueves, 19 de marzo de 2015

¿¡ Quieres Ser Mi Quizás ?!

 
   Clavo mi codo en la fría mesa, sujetando la cabeza, quizás para no dejar escapar toda clase de ideas que me emborronan. Tendría como ocho, nueve años y mi compás con su mina gruesa daba vueltas sobre si mismo en un folio de A4, quizás, ningún circulo era perfecto y por mas que me empeñaba, por mas que mi testarudez insistía, de las treinta circunferencias, ninguna era sobre si misma, no entendía, no comprendía, como una cosa tan sencilla y tan simple me costaba un mundo.

   Clase de Lengua de un segundo curso unos años después, redacciones, trabajos, comentarios de texto, dictados, quizás, mi letra de medico que perfeccione cogiendo apuntes me ponía en el compromiso de estar trascribiendo los malditos párrafos a limpio, ordenados, con patrón de linea para no torcerme. letra cursiva, quizás,  también muy bien diseñada, redondeaba las bocales y me saltaba las tildes, creaba cuentos, esquematizaba con una habilidad, que yo misma me asombraba,  no entendía, no comprendía, como una cosa que costaba un mundo, para mi era tan sencilla y tan simple.

   Maldecía entre suspiros hondos y sonoros el cerebro que había heredado, siempre quería más, siempre anhelaba un poco más, viajaba sin moverme, planificaba soñando y hacia los ochos con dos círculos, firmaba con comillas, los tabús se quedaron en juegos de mesa, conversaciones que derrotan a cualquier ser humano en noches de Otoño, quizás,  prescindía de la realidad, teoremas que me fluían por las fibras, seguía maldiciendo inconsciente al mundo por hacerme naturalmente retorcida.