martes, 2 de julio de 2019

Dear Ric

~ Ciao Amore, Baci Bella. ~

Dear Ric:   

 ¿¿ Te suena ?? 
   Entrando en terreno pantanoso, pero, perfecto para ti, andar sin salpicar el barro, andar en plano por la calle lo sabe hacer cualquier imbécil, no tiene gracia... 
 Es demasiado simple.
 El resto es una basura sucia.
 La chispa que tenemos los genios, aunque creas que son farsas y farsantes es por que la empatía te emborrona las intenciones al leer, a veces las farsas son mucho mas reales que nuestra putrefacta vida.
  Siempre quise ser una artista de teatro, pero no de esos grandes y famosos, sino de esos de función doble el sábado, en un escenario pequeño y lleno de borrachos y fulanas. Esos son los artistas ...los que consiguen que alguien deje su mísera vida por un momento olvidada y quiera saber algo mas de un pavo que asoma su cuello italiano sin cobrar en un palco de mala muerte.
  La inspiración no se compra ni se vende, pero a veces los zapatos son muy dignos de análisis. Contigo ando descalza desde que descolocaste mi cabeza creyendo que no lo notaría.
  Lo bueno de ser una farsante de teatros baratos es que sabes salir corriendo antes de que llegue la policía. Lo interesante de ti es que no se donde acabare con tus expectativas, eso me atrae tanto como me acojona pero es un juego, un riesgo que me encanta asumir aunque me pueda dejar algo de piel en él.

   No se hacer líneas rectas, lo maravilloso de la Astronomía de tu anatomía uniendo tus lunares.

   No se hacer líneas rectas, te empeñas en domar la mente, el cuerpo y el resto del tiempo yo buscando secretos, descifrando respiraciones, midiendo minutos, contando pestañas, perdiendo capas.
   No se aún como sabes que las palabras de tu boca son siempre verdades, y las pocas notas de mis cuerdas vocales que me sujetan, siempre endurecen tus caricias...
Y esa sensación agnóstica me invade.

   Nadie es adivino y las evoluciones nunca suceden de más. 

  Sigues a medias apostando, engañando con cartas de comodín. Tu apagando bombillas y yo encendiendo interruptores...
  Al Final. Nunca hay luz, mientras disimulamos que es de noche... Una noche de estrellas, de espejos opacos, de fingir que el día tiene más horas.
  Y sigues empeñado en callar mi boca, en silenciar mis prisas y lo que presume no darte miedo al final esta agotando tus tiempos. 
  Volvemos a los retos que empezaron como juegos, se sentían como cuando clavas los dedos y los suspiros olían a sexo.
 No te pillo, no te sigo, voy detrás andando sobre tus pasos, pero algunas huellas borradas me despiertan la mente.
 Me gusta tu piel.
 La primera, la que huele a perfume y gel de ducha. La que suda, la que me eriza el vello y a veces me hincha el pecho.
 Me gustan tus pies y esa forma tan linda que tienen de curvarse y ponerse tensos.
 Tus manos en mi cabello. Pero aún así sigo sin pillarte los movimientos. No se si lo quieres. Y porque sientes que te miento. Las ganas no mienten. No se mienten los besos. Si, a veces te echo de menos. 
  Ese día horrible donde nadie está de tu lado, cuando te discuten hasta lo básico, días que no sabes si al final acabarás llorando de rabia. Tu voz en mi pensamiento,  esa canción que me reconforta cuando voy andando camino a la rutina de baño, cena, serie y sueño. Llámame loca todos los días a todas horas. Pero llámamelo para que pueda oírte como una tonta.
  Y me siguen despistando tus risas y tus silencios. Tus pausas. Y sigo desde el abismo escribiendo en prosa y en verso, porque te admiro, te adoro y te sueño...

   Hay personas que queman y curan. 

 Que sabes que son el infierno pero que entre sus llamas tú te sientes a salvo. Me hace querer comerme el mundo. 
 Queman y curan. 
 No está bien pero consigue cuadrarme entre las líneas de una baldosa imaginaria. Esas personas que son el cielo y el infierno, pero que nunca hay vuelta atrás. Consiguen nublarte el juicio y a la vez construirte el momento perfecto. 
 Queman y curan. 
 Te agarran el cuello y te abrazan. Te dan la fuerza necesaria para que ya nadie te destruya. A pesar de todo,  son tu peso en la balanza que la equilibra. 
 Queman y curan. 
 Son tu salvavidas cuando el mar te ahoga. La niña tranquila que le desordena a veces la vida. Son puerto donde siempre hay un faro. Te hace sentir grande cuando eres esa bolita pequeña. 
 Queman y curan. 
 Y saca todo de ti, hasta lo que te ahoga. Y tu cuerpo es su templo y hace meses te enseñó a quererlo. Quemas y curas, pero me has enseñado a ser guerrera sin coraza.