Cuanto de verdad cuenta mi reflejo...
Acabo de terminar mi cena, agarro mi copa y...
mientras la sostengo miro a mi alrededor, no falta comida, todos ríen, se divierten y esperando a que sople las velas, cuentan anécdotas de cuando éramos más críos, saltando en los conciertos de finales de algún verano, no paramos de recordar como pasábamos el domingo al sol y bebíamos cervezas en la piscina.
Acabo de terminar mi cena, agarro mi copa y...
miro mi tarta en el horno algo inquieta, mentalmente le ordeno que suba,
"sube, sube, sube", mis gritos mentales me vuelven aún más nerviosa que mis sobrinos jugando con una tortuga de plástico, que si no echo mal la cuenta a pasado de primos a primos durante muchísimo tiempo, demasiado...
¡pobrecita!
Acabo de terminar mi cena, agarro mi copa y ...
sorbito a sorbito veo el fondo, nuevo regalo, Chardonnay suave y delicioso, da gusto cumplir años así, con buenos regalos.
Se va acercando la fecha, sin balance, sin miramientos, empiezo a organizar mi fiesta, no estarán todos los que quiero y los que quiero deberán estar. Ahora si que la cuesta empezó a tornarse pina y es cuando las reflexiones no solo te bombardean el día de antes sino mas bien todo el año.
Acabo de terminar mi cena, agarro mi copa y...
una más de la colección que me acompaño en otra noche a solas con mi armario, guardas el ultimo modelito que tus amigas han elegido para tu celebración, lo observas, y fijas tu mirada en algo que ni siquiera pensabas que existiese,
¿esto.....? en algún momento entre primavera y verano de la década pasada lo adquiriste, pero no sabemos si sigue abrochando como la década pasada.
