miércoles, 27 de mayo de 2015

¿ Qué estás pensando...?

   Han pasado cerca de cuarenta días, mi mente creo que ha acelerado el tiempo porque me parecen meses, esta ultima semana sonrió un poco mas, tal vez he recordado como se hace,
 ¿Volver a confiar? Nunca, es lo único que me queda claro con el tiempo. Repetitiva historia y monologo sobre como una mujer debe ser fuerte, charlas de auto-ayuda, libros de sobrevivir al pasado, canciones que en ocasiones ya no quieres escuchar, doy a la tecla con una facilidad pasmosa, de echo, hasta yo en ocasiones me asombro.
   Creí estar mejor, reflexionando solo llegue a la conclusión que no caía por miedo, con una sola mano me sostuve en una rendija que aguanto mi peso, miraba hacia arriba y los nubarrones del invierno seguían, así que solo espere. Vi como el sol recorría una y otra vez el cielo, una y otra vez, proseguí, cansada, ya con apenas dos dedos mi mano no quiso corresponder mi voluntad de no tocar el agua con los pies.
   Perseguir una maduración personal, seguir persiguiendo el amor, el respeto profesional, la satisfacción en general, caminar como caminaba antes, ver a través de los ojos de otros, como lo hacia antes, seguir asombrándome al escuchar mi voz grabada, mis pelos locos al reflejarme en un cristal, saltar, correr y gritar... por un instante se esfumo, huyo, no me engaño, se que no te lo llevaste, solo que me hiciste tocar con la punta de los dedos el agua fría al caer y al sumergirme olvide todo lo que un día me llego a hacer realmente feliz.

   Tener a mi hermana cerca, siempre ha sido un alivio, mi jin, mi jan, mi negro o mi blanco, mi punto de equilibrio, mis fuerzas, mi claridad, esa estrellita que miras fijamente y parece que te habla, ese Te Quiero tan profundo, tan fiel y tan auténtico, que hasta el propio significado se queda corto. Pero eso, solo existe por y para ella, y ahora según cumplo años me doy cuenta que madurar no es pensar diferente, es solo que la diferencia te haga pensar.



   No hay esperanza para los que lloramos solos, para los que solo queremos llorar, pero desde hace días me contagian la risa, solo sera un mero espejismo o seguirá siendo el postureo lineal que creció en mi, pero, cuando mis tacones pisan el suelo, el diablo aplaude mi regreso. -Gracias-